En un año tan atípico como este 2021 igual no se ve tan raro que hablemos de Semana Santa en pleno agosto… pero es raro. No hace falta que diga que entre los muchos damnificados de esta pandemia (que prefiero ni nombrar), las cofradías de la ciudad de Málaga han sido uno de los grandes perjudicado al haberse suspendido la salida de sus cortejos procesionales por la situación sanitaria. Con un dolor añadido, porque este año se cumple el centenario de la Agrupación de Cofradías que reúne a las 41 hermandades «oficiales» que a la postre son las más relevantes de la ciudad. Un desastre vaya… como el de otros muchos sectores.

Pero la Agrupación de Cofradías no se ha quedado parada y ha programado la realización de varias exposiciones por este centenario tan poco vistoso en principio. Y en la primera de estas exposiciones programadas, que ha ocupado prácticamente todo el verano, se han desquitado. Vaya que sí se han desquitado, y de la mejor manera posible qué es montar una procesión completa aunque dentro de un museo. Eso sí, deconstruida por partes como hacen los cocineros modernos que te ponen en el plato de lo bueno lo mejor y dejan que seas tú el que mezcles sus ingredientes para disfrutar al máximo de la experiencia completa. Me explicaré..

«Un siglo de esplendor» es la primera de tres exposiciones programadas por la Agrupación de Cofradías de Málaga por su centenario y su discurso expositivo consiste en diseccionar un cortejo procesional en «partes» o «secciones», y montar cada sala con objetos valiosos y/o representativos de esas «partes». La idea por sencilla es genial, aunque difícil de llevar a cabo a no ser que seas un experto en la Semana Santa malagueña y tengas la buena disposición de las 41 hermandades más importantes de Málaga… justo lo que ha ocurrido. No están incluidas en esta «disección de una procesión» la primera y última sala ya que son alegorías de lo que en esencia es lo que celebra estos cortejos de Semana Santa. La primera sala es la muerte en la cruz y la última la resurrección, todo el resto son los desfiles procesionales deconstruidos.

Así en la primera sala expositiva del desfile, «Templo itinerante», esta deconstruido un trono (así se llaman los pasos en Málaga) que es lo mas importante de cualquier cortejo. Empezando por un ángel custodio de maravillosa factura, en esta sala encuentras por ejemplo los frontales de tres tronos muy interesantes, entre los que está el de la Hermandad de la Humillación que es el mas antiguo de Málaga, junto junto al muy modernos del la Hermandad del Prendimiento, de madera y plata de los prestigiosos talleres de Villareal. Y así es toda la exposición, piezas muy antiguas junto a otras de las mas modernas…. y de lo bueno lo mejor. La verdad es que me ha sorprendido gratamente la calidad a la hora de exponer casi tanto como las propias piezas expuestas.

Podéis imaginar el resto de la sala… o mejor ir a ver la exposición, Desde cabezas de varal a faroles de diferentes estilos y tipos de tronos, esquinas de tronos destacadas, peanas de virgen, candelaria, etc. pero sé lo que están pensando los que se consideran puristas, que en realidad lo primero que se ve de un cortejo procesional en la calle es su cruz guía y los nazarenos. Pues como buen cocinero, el comisario ha dejado bien visible que lo importante es el lugar donde van los sagrados titulares de cada hermandad, aunque ese no sea el orden no sea exacto.

Pero que nadie se preocupe demasiado, porque nada más sales de esta sala y buscas las siguientes encuentras un nazareno con una cruz guía. Precisamente la cruz guía del Cristo resucitado de Málaga que es la procesión que saca la Agrupación de Cofradías. Y tras esa cruz guía, ahora sí, siguiendo el orden del cortejo, un buen número de nazarenos de diversas hermandades con sus túnicas y diversos elementos importantes de la Semana Santa malagueña: estandarte, bocinas, lábaro, dalmáticas, mazas… Increíble ver de cerca el estandarte de coronación de la Virgen de la Soledad de la Hermandad de Mena, su modernidad y factura con bordados, con un «bajorrelieve» esculpido de la imagen venerable y algunos ángeles es espectacular. Y de ahí hasta un ramito de romero que lleva en la mano el nazareno de la Virgen de la Esperanza.

En ese detalle del romero precisamente, donde me he dado cuenta del nivel museístico de esta exposición, que no solo ha buscado el brillo de obras destacadas, si no también la esencia. Exposición a la que desgraciadamente se le ha dado muy poca publicidad y que se ha visto obligada a realizarse en una fecha bastante rara.

El resto de la exposición sigue este nivel y forma de exponer, con una sala donde están todas las mejores sayas de cristo que hay en Málaga, de diferente antigüedad pero todas de magnifica calidad, frente a la cruz del Nazareno del Paso labrada en plata (también por los talleres de Villareal). Me ha encantado ver que han colocado dos sayas de cristos en sus caídas y por tanto arrodillados de la misma forma en la que son posesionados (única forma de ver bien estas sayas ajustadas a esa posición tan especial para una imagen).

También hay una sala con personajes secundarios de los tronos, habituales en los tronos de cristo, igualmente comparando algunas tallas antiguas con ropa y forma de tallar más modesta junto a algunas maravillas muy elaboradas y detalladas de la actualidad. Y por supuesto no falta el Berrugita, el personaje más feo de la Semana Santa y de los más famosos de la misma sin el cual esta exposición estaría incompleta.

Tras todo esto empiezan varias salas dedicadas a los tronos de las diferentes vírgenes dolorosas y lo que con ellas tiene que ver. Empezando por una sala que muestra algunas de las mejores coronas de las vírgenes de Málaga, desde las muy antiguas a algunas que aún no se han podido ni estrenar. Con una corona en el centro de la sala, la de la Soledad de Mena, fundida con joyas donadas por los propios hermanos, lo que la hace muy especial emocionalmente hablando.  Muy cerca el puñal y la rosa de la Virgen de Zamarrilla, la jabega de la Virgen mediadora y otros elementos muy característicos de algunas de las hermandades donde la Virgen tiene simbología propia.

Una de las salas que más me ha gustado por su forma de exponer es la de los palios de Virgen porque han puesto en el techo una espectacular Gloria (así se llama el techo de los palios de virgen) y en cada uno de los laterales diferentes faldones de palio, en estilo y antigüedad. Desde el típico bordado en plata sobre terciopelo a un frontal espectacular bordado sobre malla de plata. «Apoteosis del bordado» se llama esta sala y a mi me parece que toda la exposición es una apoteosis de una de nuestras señas de identidad más importante y cuyo patrimonio artístico está poco contado fuera del mundo de las cofradías. Y es una pena.

Para alguien como yo que ha sido «penitente de banda de virgen», es decir que ha tenido una hija tocando en una banda cofrade y se ha estado horas cargando con botellas de agua, bocatas y chuches tras varias vírgenes de Málaga, la sala reservada para sayas y mantos de la madre de dios seguro que le ha sacado alguna lágrima de emoción. Esa sala, antigua capilla del palacio episcopal se ha montado con un gusto y una belleza que creo es de lo mejor de toda la exposición. En las puntas de la sala hay dos grandes mantos de virgen: uno moderno y asimétrico como se lleva ahora, el De Mº Santísima de los Dolores de la parroquia de San Juan, bordado en 2017 por Manuel Mendoza); otro simétrico y antiguo, el de Mº Santísima de los Dolores de la Parroquia de San Pedro bordado por Elena Caro en 1955. Dos auténticas joyas entre las que han dispuesto las mejores sayas de virgen de Málaga. Desde la saya de los volantes de Elena Caro a las sayas de Salvador Oliver o Juan Rosén. Y en las paredes varias glorias de palio de las mejores de la ciudad, con bordados en seda que son propias de los grandes museos del mundo. Fijaros en la Gloria  de María Santísima de Gracia del 2010, bordada por Joaquín Salcedo bajo diseño de Fernando Prini y decidme si no parece una pintura más que un bordado. Todo con luz de vidrieras y un rosetón de vivos colores, pues como digo, es la antigua capilla del obispado. Me han entrado ganas de llevarme una botella de agua, un bocata y chuches y quedarme un rato de pie allí escuchando música de banda cofrade. Para ser una deconstrucción me ha parecido que incluso olía a incienso…

La Agrupación de Cofradías de Málaga no ha querido terminar sin hacer un guiño a las hermandades de la provincia. Han rematado la exposición con unas salas con material cofrade de diferentes hermandades , una simbólica de cada comarca, que creo es no solo un detalle sino también un recordatorio de lo mucho y bueno que hay por todos nuestros pueblos y que no debemos olvidar. Y por supuesto, como ya dije al principio, la última sala es una alegoría a la resurrección. Y qué mejor alegoría que el Cristo resucitado que saca en procesión la Agrupación de Cofradías cada Domingo de Resurrección y que lleva , como el resto de imágenes de Málaga, dos años sin poder pisar la calle. Ya os he dicho que con esta exposición se han desquitado…

Y ya esta ¿no? ¿No hay nada mas en un cortejo procesional? Pues he dejado para el final el contar uno de esos detalles que hacen de una exposición algo único e inolvidable. Algo más quiero decir…

Miguel Ángel Blanco, que así se llama el comisario y del que creo que es importante mencionar su nombre, ha montado un monte de corcho con una cruz en el patio del Palacio Episcopal, para colocar allí uno de esos detalles que solo un cofrade sabe de verdad apreciar en toda su dimensión: las flores de la Semana Santa. Hay quien no sabe que cada cofradía tiene elegidas de forma tradicional algunas flores muy concretas para sus tronos, con una simbología cristiana muy especial e incluso en algunos casos con simbología propia de esa cofradía por motivos históricos. Es de esas cosas no escritas, que pasan de padres a hijos de los cofrades que montan año tras año los tronos. Pero esta «sala» se ha realizado con un esfuerzo que considero muy importante que hay que valorar, ya que cada lunes de todos los que ha durado la exposición, han reemplazado las flores por flores frescas para que se vean vistosas y bellas como se ven en la Semana Santa Malagueña. Con este detalle, la exposición ha estado viva y actualizada gracias al esfuerzo voluntario, silencioso y constante de algunos hermanos cofrades… ¿He dicho ya que recoge toda la esencia de la Semana Santa malagueña? Así lo creo yo, no os la perdáis.

Quiero agradecer a Rafael Campos, hermano de la Cofradía del Santo Cristo Coronado de Espinas y Ntra. Sra. de Gracia y Esperanza de Málaga (Cofradía Estudiantes) y Voluntario de la Asociación Cultural Zegrí por su pasión y por su explicación sin las cuales no habría sido posible este articulo del blog.

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