Las Cuatro Estaciones del Museo Ruso (I): Invierno y Primavera

Deliciosa es la palabra que mejor define la exposición anual de la Colección del Museo Ruso en Málaga llamada «Las Cuatro Estaciones». Deliciosa y de una calidad excepcional para una ciudad como Málaga motivo por el que me he tomado mi tiempo para explicarla y la he dividido en dos post diferentes. Quisiera centrar el tema explicando que el Museo Ruso hace una exposición anual y dos temporales de 6 meses cada año natural. La anual de este año son paisajes que de alguna manera refleja alguna de las estaciones del año. Asi que han llenado las paredes de las nieves más duras, las flores más bellas y los dorados otoñales más melancólicos. Y como es habitual, no han traído cuadros de segunda fila si no importantes obras de arte ruso que además al tratarse de paisajes y centrarse en el final del siglo XIX y primera mitad del XX la luz y el color se sale de los marcos de los cuadros…

Deliciosa, luminosa, muy  bella y colorida y con cuatro vídeos de artistas malagueños del que hablare en un post más adelante. Dividida por las estaciones del año, (como era de esperar) recomiendo muy especialmente el invierno que es la primera y el verano que es la tercera  pues son las que tienen los cuadros que más me han gustado aunque en todas hay obras increíbles. Empezare por el Invierno en la que te reciben en una primera sala llena de cuadros mas antiguos algunos muy festivos. Recomiendo buscar aquí varios cuadros de una fiesta que hay en Rusia llamada  Maslenitsa (Fiesta de la mantequilla). La Maslenitsa es como nuestro carnaval, una fiesta donde se puede comer de todo (carnes, queso, mantequilla), que coincide con el final del invierno justo antes de cuaresma con sus ayunos. Toda la parte del invierno esta lleno de cuadros de la Maslenitsa recomendando el «Montañas de hielo en Moscu durante la semana del carnaval» de Gerad de la Barthe por su cantidad de detalles, la forma de la nieve, el colorido del cielo. Resultandome muy curioso unos toboganes que ponían en las zonas heladas para deslizarse con trineos.

Pero es en la segunda sala del invierno donde me he quedado más tiempo. Hay dos cuadros de trineos de caballos (Troika) muy diferentes pero ambos con un movimiento y un dinamismo increíble. Me refiero a los cuadros «En mitad de una furiosa tormenta»  de Nikolai Sverchkov y «Troika» de Aleksandr Guerasimov,  Sobre todo el segundo con una composición muy moderna, desde atrás, cortando al sujeto y en una posición imposible de pintar al caballo… y lo ha pintado. Y lo ha pintado con un trazo expresionista que nada tiene que envidiar a los grandes expresionistas parisinos. No es un cuadro muy grande pero el caballo se sale y el pintor también.

Esta sala segunda está llena de joyas y si no mirad despacio el cuadro llamado «Invierno» de Ivan Shishkin pues pinta la nieve con una credibilidad asombrosa. Mirad despacio los reflejos de la luz tenue sobre la nieve que hay en el árbol, los suaves contraluces, las sombras blancas sobre el blanco. Dicen que el color más difícil de pintar es el blanco y en este cuadro es una obra maestra en ese sentido.

Solo quiero dirigiros la mirada hacia otro cuadro más de esta sala, de un autor que he conocido gracias este museo y cada vez me gusta más. El cuadro se llama » Paisaje invernal con muelle» de Sémen Pavlov y no he conseguido hacerle una foto que refleje de verdad el color, la perspectiva plana y la luz tan difuminada y suave que ha conseguido el pintor. Tendréis que ir al museo a verlo…

Sé que me estoy pasando de explicaciones para un blog pero en la tercera sala hay dos cuadros que me han enamorado. El primero es una explosión de color en el cielo con verdes, morados, rosas y violetas reflejando de nuevo la semana antes de cuaresma,  otro cuadro llamado  “Maslenitsa” y es de Boris Kustodiev. Y el segundo un cuadro que parece muy simplón pero si te paras veras tres árboles, tres soldados y tres pájaros quedando en todos los casos el ultimo separado del grupo. Cuadro simbolista y triste confundiendo soledad e invierno, que ese es su nombre: “Invierno“ de Natalia  Goncharova. Una obra  completamente plano, rompiendo la perspectiva en los inicios de las vanguardias rusas que ya despuntaban en 1911 (ver la  exposición temporal «La Sota de diamantes»).

Vale, vale ya paso a la primavera y no digo nada del “Manzano en flor” del genial  Malevich porque de todas formas todo el mundo se queda con la boca abierta ante la belleza de este genial fauvista. Este cuadro es un ejemplo de lo que veremos en esta parte de la exposición pues al contrario de lo que se espera no hay demasiadas flores. Más bien el deshielo y el sol como protagonista lo que nos lleva a descubrir Rusia en su cotidianidad, su forma de vivir, su belleza y sus diferencias con nuestra tierra. Y en este sentido me ha encantado el cuadro “Un día soleado y primaveral” de Kostantin Yuon lleno de niños jugando, sol y luz mientras el suelo sigue lleno de nieve. Un cuadro costumbrista pero con una pincelada impresionista y una composición con escenas en tres planos distintos, que llena el cuadro de detalles y movimiento. Deja que la mirada te lleve y veras que el autor ha trazado un camino visual con la luz que te obliga a recorrer (y disfrutar) de todo el cuadro.

Pero el cuadro que mas me ha gustado del verano es “Movimiento de hielos” de Victor Ivanov (me gustan los cuadros grandes no lo puedo remediar). Este cuadro de luz más bien sombría, dentro del estilo de pintura socialista presenta grupos de figuras de espaldas contemplando el deshielo. Muy original la composición dando la espalda de los personajes, que te hacen mirar tu también el deshielo. Y con colores muy reposados, grises y marrones que te paran, como esperando la primavera que llegara después. Hombres y mujeres, trabajadores saliendo del letargo a la espera de comenzar de nuevo la vida. Al principio parece melancólico pero después ves una espera con cierta tensión.  Me ha gustado mas que mucho.

Terminare este post con dos cuadros de esos que parecen ingenuos porque son alegres pero con detalles de una calidad excepcional. Me refiero al cuadro “A principios de mayo» de Valentin Sidorov en el que niños y gansos corren de la lluvia. Acercaros a ver la lluvia cayendo, acercaros a ver el charco, las carreras y los gansos. Un cuadro simpático pero con un realismo que se sale del cuadro.

El otro cuadro que me ha encantado es “Marzo alegre» de Vladimir Gavrilov (otro cuadro grande) y que tiene una composición que esta de moda como novedosa en fotografía. Me refiero a cortar algunos planos y encajarlos, como una foto cortada de instagran, una instantánea o similar. Pero este cuadro de pincelada expresionista esta realizado en 1960…No os creeréis lo moderno que son algunos cuadros dentro de estilos que parecen muy machacados.

No lo dudeis, si queréis disfrutar del arte en familia, de cuadros de calidad excepcional, de la luz y el color que nos lleva a otra tierra, a otra cultura,  en la que descubrir su belleza….. acudid este año a la colección del Museo Ruso de San Petersburgo en Málaga. Me lo vais a agradecer.