No somos conscientes en Málaga del lujazo (y el gustazo) que supone tener un museo en torno a un pintor que está en activo. Sobre todo, cuando tiene la creatividad (y la productividad) del maestro Jorge Rando. Un artista cuyo encasillamiento y clasificación se me escapa una y otra vez de los dedos, como cuando intentas coger una mariposa. Cuando ya creo que lo tengo perfectamente “etiquetado” y “catalogado”, que entiendo lo que hace y sé lo que va a hacer… aparece con una nueva idea, una nueva serie, un cambio en su producción que, aunque tenga siempre su filosofía de vida, presenta cambios en su forma de contarla. Novedades y evolución de un maestro que no olvidemos cumplirá el próximo año los ochenta años. Lo dicho, un lujazo y un gustazo.

Unas palabras de maestro Jorge Rando en la inauguración de «Mariposas»

Cuando hace unos meses el Museo Jorge Rando inauguró su serie “Mariposas” muchos nos miramos extrañados. Acostumbrado a sus últimas obras en grandes lienzos llenos de color, sus obras que lloran con la injusticia o sus maternidades todo intención e intensidad… estas pequeñas acuarelas de mariposas revoloteando entre flores no me cuadraba. No es que no fueran bellas, que sí, que son bellísimas, pero no es Jorge Rando un pintor happy flowers precisamente. La justificación de estas obras, muy emocionales como todo lo que hace Rando pero muy sencillas y dulces, era que se había empapado del arte chino en sus últimos viajes al gigante asiático en los que ha expuesto con mucho éxito.

Sala roja llena de mariposas

Las mariposas que ha traído en su corazón desde China son pequeñas acuarelas, con vivos colores, en formato alargado y en plena naturaleza. Es cierto que recuerda a las acuarelas de insectos habituales en el arte chino, que tanto nos gusta a muchos. Pura poesía visual, de un hombre que lleva toda la vida expresando emociones. Pero eran, como decirlo, poco Rando. Incluso el pequeño tamaño no es habitual, lo que ha necesitado poner obras de una serie anterior para rellenar las paredes. Mirad la foto bajo esta linea, las mariposas son los cuadros pequeños…Tras la inauguración todos aplaudimos la belleza y al menos yo me fui para casa tan enamorado de estas obras como extrañado. Pero cuando un artista tiene la talla de Jorge Rando, te digo yo que siempre sorprende y nunca defrauda… solo hay que darle tiempo y espacio. Y así ha sido.

«Mariposas» en el Museo Jorge Rando

Hace pocas semanas, casi sin previo aviso y con poca publicidad, el museum anunció una exposición “nueva”, en la que las mariposas también eran las protagonistas. Pequeñita, apenas una docena de obras y con un nombre en alemán muy raro. Me tomé mi tiempo para ir a verla pensando que sería una prolongación o algún anexo de mariposas. Y como ya he dicho, cuando creo que sé por dónde va a salir el maestro malagueño del expresionismo, él va y me sorprende. Y no solo eso, es que me ha vuelto el alma del revés. Porque eso es lo que ha hecho con su exposición “Finsternis…” (Oscuridad…). Fui a verla de camino para hacer otra cosa y me quedé casi una hora, y no son ni una docena de obras.

Finsternis

En “Finsternis…” también hay mariposas, pero no están en pequeñas acuarelas llenas de naturaleza. Son grandes lienzos, algunos enormes, llenos de oscuridad y tinieblas. Tinieblas que apenas se limpian o se llenan de color por las pequeñas mariposas que aparecen en alguna zona del cuadro. Es un mundo distópico, lleno de contaminación que conociendo la obra de Rando, no siempre es física, también es espiritual y de valores. Y una pequeña mariposa, un ser pequeño y lleno de vida, luz y color aún se abre camino y mancha el cuadro. Aún hay esperanza, aún no es tarde. Y aquí viene lo que me ha abofeteado la cara, porque estamos hablando de las dos caras de la moneda, del ying y el yang, de la zona negra de nuestro mundo que no existe sin existir la luminosa y ambas son parte de un todo, que queremos aislar y separar como dos exposiciones diferentes pero que en realidad van juntas y se complementan. Este si es Jorge Rando, el de las dos mariposas, ahora lo sé y le debo una disculpa al maestro.

Mariposas de luz y Mariposas de oscuridad

Cuando vayáis a ver la exposición acercaros con cuidado a las grandes obras negras. Porque hay un detalle que me ha tirado de espaldas. Bajo la capa oscura, sucia y negra se ve pintura de color entre zonas raspadas de la capa superior. Es como si hubiera pintado en color primero el lienzo y sobre eso lo hubiera ennegrecido, raspando luego la pintura por donde ha pasado la mariposa despejando esa negritud. Técnicamente es una auténtica maravilla porque el efecto es exactamente ese, la luz limpiando la suciedad, la naturaleza despejando las tinieblas. Es un canto a la ecología, una distopía del mundo que nos espera si no cuidamos de toda la naturaleza incluyendo los seres más pequeños. Pero también es un canto a que los valores pueden recuperar nuestra alma, que debajo de nuestros malos pensamientos, deseos y estrés sigue habiendo una capa de color que los valores más sencillos, como las mariposas, pueden acabar abriendo y que se vuelva a ver el color. Es magistral.

Mariposas abriendo la oscuridad…

No perdérsela por favor, pero hay que ver las dos. Primeros las mariposas de colores y luego el mundo de la oscuridad. Voy a terminar con la misma frase con la que he empezado este post. No somos conscientes en Málaga del lujazo (y el gustazo) que supone tener un museo en torno a un artista que está en activo, un genio creativo. El maestro Jorge Rando.

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