Yo he llegado a entrar (pagando) en una exposición que no me interesaba, solo y exclusivamente porque había un buen cuadro de Matisse. Y en el Centre Pompidou de Málaga hay una exposición temporal con medio centenar de obras de obras de este genio del color. Así que no voy a ser objetivo, ni imparcial, ni científico al analizar en este artículo del blog esta exposición. Aviso que estoy «in love» con Matisse y se me va a notar.

«Matisse. Un país nuevo» es una exposición deliciosa para los que disfrutan del arte en general, pero es una exposición espectacular para los que quieren conocer y profundizar en la obra de Matisse. Y me explico. Todo el mundo conoce a Matisse como el creador (o al menos el líder) de la corriente de vanguardia del siglo XX conocida como «Fauvismo» (al final del post explico lo que es eso del Fauvismo). Pero Matisse era como Picasso, un gran buscador de nuevas formas, nuevos estilos, nuevas ideas para contar y expresar de forma bella los temas y sentimientos que te asaltan. Un nómada del arte que siempre estaba inventando y avanzando en diferentes ideas. Pintura, escultura, dibujo, libros ilustrados y hasta «collage» con papeles de colores. Por eso su producción es tan enorme, en la que además de las grandes obras por todos conocidas, hay miles de obras menos famosas, pero igualmente potentes como las que llena esta exposición de Málaga.

Ni cuando una grave enfermedad le obligó a quedarse en la cama de forma definitiva consiguió que dejara de buscar nuevas formas de expresión (de esa época sus famosos papeles recortados). Y en esta exposición se ve perfectamente todas las épocas y fases por las que pasó, todas sus búsquedas y sus hallazgos, todas sus maneras de ir y volver por el mundo del arte, por el que andó como un peregrino siempre buscando un poco más de luz. Bueno de luz no, de color, porque el color es la nota permanente de toda su obra y toda su trayectoria. El comisario divide 6 épocas diferentes en la producción y estilos de Matisse y así ha dividido la exposición, en seis zonas cada una con obras que ejemplifican y explican esa época. Por eso digo que no solo es deliciosa (es Matisse) si no que es ideal para el que quiera profundizar en la obra de este «fiera» del color.

Quiero que se paren en uno de los primeros cuadros de la exposición para descubrir al genio incluso mucho antes de que fuera el maestro. Me refiero a un cuadro titulado «Naturaleza muerta con chocolatera» realizado en 1900-1902, es decir cinco años antes de que comenzara el fauvismo. En el se ve una chocolatera metálica, que en principio tendría que ser plateada. Pero he contado al menos siete colores para hacer la imagen y ninguna línea. Toda la imagen está formada a base de color, aprovechando el metal como espejo para un fondo lleno de cortinas de colores y papeles pintados. Le importa un carajo la tontería de pintar una chocolatera, lo que le mola es intentar hacer un objeto metálico usando siete colores y que tu lo veas y te lo creas. Y aun como digo, no ha empezado el fauvismo. Pues como esto todo.

Seis secciones en las que me han sorprendido mucho las esculturas pues aunque sabía que era un buen escultor nunca había visto ninguna de estas obras en directo. Y es un espectáculo de expresiones (de hecho se dice que después se hizo expresionista). Buscad en las primeras zonas la escultura a la cera perdida titulada «Dos negras» de 1907 (esta es una producción posterior de molde original). Dos mujeres de pie, mirándose a los ojos, con el brazo por encima, que parecen una pareja que no sabes si se desafían o están a punto de besarse. Es deliciosa, delicada, enigmática, sorprendente… dije que no sería objetivo.

Y que os cuento de los cuadros, de sus locuras llenas de color. Tenemos algunas obras inspiradas en la época que visitó Sevilla y Argelia lleno de exotismo y voluptuosidad. Tenemos una obra que parece con la perspectiva cubista en varios planos donde es el color el que marca las formas. Tenemos habitaciones con la brillante luz del mediterráneo en amarillos y rojos. Tenemos… tenemos… tenemos cincuenta obras de Matisse por lo que no tendría más que añadir. Solo que no busquéis obras de las muy conocidas y famosas porque de esas no hay. Y precisamente eso la hace muy interesante porque lo descubres con ojos nuevos al no ver las obras tan manidas que ya nos han contado mil veces y están más que psicoanalizadas en todos los libros . Esto de ver obras nuevas y que hay de todas las épocas, de sus más de 60 años como artista, hacen de esta exposición una de las mejores opciones de visita actuales de los Museos de Málaga. No te la pierdas que te va a encantar.
Quieres saber más…? El Fauvismo
Solo una nota para explicar qué es eso del fauvismo, porque los museo suelen dar por hecho que esto es básico y todo el que va visitar un museo sabe de lo que estamos hablando…. y eso precisamente es uno de los motivos por lo que no hay más gente viendo los museos.

Tenemos que ponernos en situación de principios del siglo XX cuando muchos artistas están experimentado con hacer algo diferente, cambiando la pincelada o las ideas sobre lo que pintar (impresionistas o puntillistas por ejemplo). Pero el cielo es azul y los árboles verdes. Y de pronto surgen un grupo de unos poquitos artistas con Matisse a la cabeza, que deciden que el cielo puede ser rojo y los árboles azules. Y eso depende de lo que te inspire o te emocione lo que estás viendo . es decir usar el color para también contar cosas. Que es un día caluroso, pues todo el cuadro es muy rojo incluido una carretera o los árboles. Que pinto a mi mujer, pues todos los colores del arco iris que las sensaciones son múltiples. Y así todo.

Pero para hacer esto tienes que saber mucho del color porque como no combines bien la lías y sale una horterada. Pero si te sale bien el resultado es muy potente y vistoso. Si los impresionistas parecían eran Rock and roll para la gente de gustos artísticos clásicos, estos fauvistas eran puro heavy metal. Era tan radicales que en la primera exposición donde los pusieron a todos juntos para que no desentonan con el resto (y para excluirlos). Dió la casualidad de que en el centro de sala pusieron una escultura de una mujer estilo renacentista (estilo Donatello) y un periodista gracioso dijo que la mujer era un «Donatello» entre las fieras. Y con ese nombre se quedaron con el de fauves (fieras en francés) y a su estilo Fauvismo .
Aunque en el fauvismo siempre se habla de Matisse, toda la movida la inicia con André Derain y Maurice de Vlaminck. Y las cosas de la vida, cuando ellos tres se pelean y cogen caminos distintos se acaba el fauvismo que apenas duró cinco años. Sin embargo esa idea de usar el color como un recurso para contar cosas se ha quedado para siempre en todos los estilos y vanguardias del siglo XX. Fue una aportación genial por lo que es una de las vanguardias más importantes a pesar del poco tiempo y que tuvo pocos seguidores.