Hace dos semanas que se ha abierto al público el nuevo Museo de Málaga que acoge en su primera planta una selección de 200 obras de  las 2500 que posee la Colección de Bellas Artes de Málaga. Pero esta colección no tiene dos semanas… empezó hace más de un siglo (1915) impulsada por un Real Decreto que promovió la creación de un Museo Provincial en cada capital de España.  Fue la generosa aportación en obras de Muñoz Degrain y José Nogales, junto al empuje de la Academia de Bellas Artes de San Telmo, dirigida entonces por el Marqués de Casa Loring  los que se consideran primeros «patronos». Una historia de generosidad y aportaciones de todo tipo, incluidos fondos prestados sin fecha de devolución por el Museo del Prado gracias al malagueño Ricardo de Orueta que hizo las veces de «Ministro de Cultura». Una historia truncada durante 20 años en los que la colección fue desalojada del Palacio de Buenavista para la instalación del Museo Picasso, sin paradero definitivo que no fuera encerrada en un almacén. Pero eso ha terminado por fin, con una magnífica instalación museística en el antiguo Palacio de la Aduana de Málaga que yo quiero hoy contar y explicar. Y usted va después… y la disfruta.

El Museo continua...
El Museo continua…

La Colección de Bellas Artes del Museo de Málaga ocupa toda la planta primera del Museo de Málaga (tres fachadas del edificio) pero yo lo dividiría en dos partes claramente diferenciadas. Por una parte están los pintores de la Escuela Malagueña de Pintura del siglo XIX (Salas 9 a 14) y por otra los Artistas Malagueños Contemporáneos (Salas 15 a 17). La primera parte es la más importarte de la colección en número y calidad de obras con más del 70% de lo expuesto por lo que aconsejo parar en estas salas más tiempo si uno va apurado. La última zona tiene la pintura contemporánea con obras de importantes pintores, pero la cantidad es menor y a nadie se le escapa que el arte contemporáneo no es para todos los públicos. Y lo digo yo que cada vez me gusta más (aunque lo llevo en silencio par que no me llamen friki).

Escuela Malagueña de Pintura del Siglo XIX

Si leísteis mi post anterior (que era una introducción a esta Escuela)  parecerá increíble y muy acertado que el Museo empiece con la obra presentada a concurso por Ferrandiz y Degrain para optar a pintar el techo del Teatro Cervantes (Alegoría de la Historia, Comercio e Industria de Málaga). Esta obra fue la que inició este tandem de pintores, verdadero detonante de la Escuela Malagueña de Pintura del siglo XIX. Y ha estado en manos de la empresa propietaria del teatro hasta hace muy poco que el Museo en un golpe de genialidad consiguió comprarla. Es ovalada como el techo del teatro y representa toda la Málaga industrial, con su pasado y su futuro tal como se veía en 1870. Está muy bien explicada en una pared  cercana toda la obra y creo que merece la pena pararse a leerla. Un buen inicio.

"Alegoria de la Historia, Industria y Comercio de Málaga" (1870) de Bernado Ferrandiz y Muñoz Degrain (
«Alegoría de la Historia, Industria y Comercio de Málaga» (1870) de Bernardo Ferrandiz y Muñoz Degrain .

Empezamos en la Sala 8 (que es un laberinto) con un grupo de pinturas y esculturas eclesiales de la desamortización (que no tiene que ver precisamente con el siglo XIX).  Destacaría unas ménsulas de madera del desaparecido Convento de la Merced que representan algunos de los pecados capitales. Pero en esta sala, que es mas bien un pasillo, hay que irse directamente al final porque en solo una pared hay una obra de José Ribera junto a otra de Murillo y dos increíbles tablas de Luis de Morales…. soberbias. Las cuatro obras están cedidas por el Museo del Prado.  Aconsejo acercarse a ver como está pintado el pelo y las barbas de San Bartolomé en el cuadro de Ribera o descubrir la tristeza absoluta en los ojos de la Dolorosa de Morales. Ya nadie pinta así.

José de Ribera, Murillo y Luis de Morales juntos en una sola pared...
José de Ribera, Murillo y Luis de Morales juntos en una sola pared…

Pasaremos a  una sala verde y si alguien se despista se va a perder una Dolorosa y un Ecce Homo de Pedro de Mena que anda al final de un «entrepasillo». Y es que han creado unos espacios un poco raros, con unos cubos  muy chulos formando salas separadas de la pared  del edificio, pero que dejan muchos espacios inutilizados y empequeñece el espacio expositivo. Los «cubos» sirven  en teoría para que no les de la luz de sol que entra  por los ventanales a los cuadros . Se han debido gastar un dineral para evitar la luz de unos ventanales que tiene postigos y están siempre cerrados… o será mi ignorancia.

La Sala 9 es verde y azul y son paisajes donde hay que tener cuidado porque  el mar te estalla en la cara y te moja la ropa. Lo primero que nos encontramos es con unas impresionantes marinas de Emilio Ocón y sus discípulos. Y aunque la obra «Destrucción de la Armada Invencible» de Gartner es increíble me inclino por «La última ola» de Emilio Ocón con un fondo desenfocado como en fotografía y una composición y puntos de fuga que te da una profundidad muy convincente. Se te echa encima vaya.

"La ultima gran ola" de Emilio Ocón
«La ultima gran ola» de Emilio Ocón

Esto en la parte verde porque en la parte azul el mundo se calma con los dulces paisajes venecianos de Antonio Reyna en los que aconsejo acercarse a ver los mil colores en estilo preciosista que maneja este autor. Y aunque en este museo las salas van de lo local a lo nacional e internacional, en esta sala se ha puesto a Reyna en la segunda parte porque voló de Málaga pronto para no volver.

Paisajes Venecianos de Antonio Reyna
Paisajes Venecianos de Antonio Reyna

En la Sala 10 está el maestro, me refiero a Ferrandiz que tiene un pequeño cuadro llamado «Postrimerías» muy turbador y enigmático que merece la pena buscar aunque sea en los retratos donde se luzca más. Igualmente al salir de esta sala roja, en uno de los pasillos raros que dejan los cubos encontramos las obras de Denis Belgrano. Y aunque  la «Despedida de la corrida» sea de los famosos me derrite la belleza del «Retrato de su madre». Mirad las arrugas, mirad la bondad de sus ojos, mirad la dulzura con la que la ha pintado a su madre un genio de la pintura nacido en Málaga.

Cuadros de los padres de Denis Belgrano
Cuadros de los padres de Denis Belgrano

Y de maestro a maestro, porque en la Sala 11 está el genio o el loco (según se mire ) de Muñoz Degrain. Este maestro de pintores donó más de 20 obras suyas para este museo en 1915 por lo que de él tenemos de todo. Desde cuadros clásicos de encargo a impresionistas o prerrafaelitas… ¿hay algo que no hiciera bien este hombre? Nos recibe un gran cuadro que fue su última obra pues murió retocándolo. Me refiero a «Los de Iriguren mueren» con claros y vivos colores que contrasta mucho con un cuadro nocturno que tiene a su vera.Y si buscáis los verdes y morados de sus paisajes imposibles veréis lo que es dominar el color. Pero el que más me gusta es un espectacular cuadro llamado «Ecos de Roncesvalles» donde la luz entra por una garganta, pintado de forma perfecta  la sombra de cada roca o arista.Mirad la bruma sobre la cumbre, los animales muertos en primer plano, las rocas  sombreadas. Uno de mis favoritos de todo este museo sin lugar a dudas.

Detalle de "Los Gladiadores" de Moreno Carbonero
Detalle de «Los Gladiadores» de Moreno Carbonero

Es la Sala 12 la que rinde tributo a uno de mis pintores favoritos,  me refiero a Moreno Carbonero. Solo mirad de lejos el cuadro de «Los gladiadores» (también llamado «La meta sudante») y después acercaros a mirad la mano del gladiador mojado. Observar como pinta el agua sobre la piel, las gotas cayendo sobre los dedos mientras se seca con la otra mano…. es un genio. Esta sala es azul y tiene una «segunda parte» de color verde con pintores nacionales. Y aquí veremos un cuadro bello y cruel, me refiero a «Una esclava en venta» de José Jiménez Aranda. En ella una dulce mujer desnuda es exhibida en un mercado de esclavos, pero para mostrar la mirada lascivas de los hombres no ha pintado a los mismos, ha pintado sus zapatos alrededor de la esclava. La sensación de fragilidad de la chica por la actitud sumisa, la piel pálida, el pelo suelto, el puño cerrado… es bello, bello y brutal este cuadro.

"Una esclava en venta" de Jose Jimenez Aranda
«Una esclava en venta» de Jose Jimenez Aranda

Y llegamos a la Sala 13 con otro de los mecenas del inicio de la colección: José Nogales. No voy a tener que recomendar nada porque cualquiera que entra en esta sala se queda con la boca abierta admirando el «Milagro de Santa Casilda» , un lienzo de grandes dimensiones restaurado recientemente por el Instituto Andaluz de Patrimonio. En el mismo se relata la historia de una santa que bajaba a dar pan a los cautivos de su padre. Cuando su padre la descubre los panes que escondía en el regazo de su falda se convierten en flores. Flores en las que Nogales era un experto como se puede ver en otros cuadros de la sala. Fijaos en como se ha pintada la ropa de Santa Casilda y  decidme como es posible pintar el nacarado de una tela de raso… o la espada de su padre, o la actitud de miedo de los cautivos. Es un cuadro grandioso, de gran museo… como el Museo de Málaga.

Y en la Sala 14 esta el más famoso de todos los cuadros de este museo, que ha aparecido en las portadas de todos los periódicos y en todos los artículos de opinión. Me refiero a  «¡Y tenia corazón!» de Enrique Simonet. En serio que este cuadro hay que venir a verlo en directo para ver el agua del barreño, los tarros de cristal de la ventana, el cabello pelirrojo de la chica muerta… Y si os dicen que es solo una autopsia no os lo creáis. Porque hay un hombre vestido de forma respetable junto a una prostituta muerta, él está vestido y ella desnuda, el es viejo y ella joven…. y el preguntándose como es posible que una prostituta tenga corazón.  No es un cuadro, es una lección sobre la falsa moral, no es una autopsia física , es una autopsia a la sociedad. En serio, venid al Museo de Málaga a ver este cuadro al natural y entenderéis porque es el más famoso y porque el Museo del Prado estuvo a punto de pedir que se lo devolvieran cuando llevaba años guardado en un almacén.

Los cuadros de Simonet y de Viniegras en la misma sala.
Los cuadros de Simonet y de Viniegras en la misma sala.

Y para grandes cuadros en un gran museo, junto al cuadro de Simonet encontrarás un cuadro de 6 metros de largo titulado  «La Bendición de los Campos» de Salvador Viniegra, un gran pintor coetáneo de Simonet que al igual que el hacía grandes cuadros de historia. Este cuadro permaneció enrollado como una alfombra durante años en los almacenes donde estaba el resto de la colección y hace un año el Museo del Prado se lo llevó para restaurarlo. La grandiosidad de un cuadro costumbrista de más de tres metros y medio de alto, de uno de los grandes pintores españoles de la época seria una buena forma de terminar esta parte del museo… pero hay más y muy bello.

Tambien hubo Simbolistas y Prerrafalitas de la Escuela de Málaga
Tambien hubo Simbolistas y Prerrafalitas de la Escuela de Málaga

Esta sala 14 acaba en un pasillo fuera de los cubos con una miscelánea que tiene verdaderas joyas. Para empezar en una pared de madera se pueden ver tres cuadros de estilo entre simbolistas y prerrafaelitas que me han encantado. Sobre todo el de «La tumba del poeta» de Pedro Sáenz, con la musa llorando junto al arpa enmudecida. Y tras el cubo un «Bebedor vasco» de Sorolla de la época de sus grandes cuadros costumbristas. Y justo a el  un simpático cuadro llamado «La vacunación de los niños» que muestra como en todos los tiempos los críos se han resistido a la agujas. Y como curiosidad dos cuadros sobre Anita Delgado de diferentes autores que llegó a ser la princesa de Kapurtala una leyenda de la Málaga de fin del siglo XIX. Este final de la pintura de la Escuela Malagueña que tiene de todo un poco,  me ha sorprendido y gustado mucho pues indica que en la Escuela de Bellas artes se aproximaron todas las tendencias y estilos en sus aulas.

Arte Contemporáneo en Málaga

Y cambiamos de fachada para entrar en la del oeste donde están los artistas contemporáneos en tres salas más «flojitas» que lo visto hasta ahora, aunque también con obras destacadas. Empezaremos en  la Sala 15, dedicada a Moreno Villa y a Picasso aunque de Picasso hay una pequeña obra de un mosquetero y poco mas. Me ha gustado en esta zona entre cubos una gran cuadro titulado «La ofrenda de la cosecha» de José Cruz Herrera que me ha recordado mucho a la pintura de Zuloaga y el pesimismo de la generación del 98. Y también me ha dejado impresionado una estatua en madera de un «Mendigo canario» de Manuel Ramos, triste y enigmática… y muy moderna.  Porque estábamos en el Museo de Málaga que me la encuentro en un centro comercial y me creo que es un anuncio de  Assassin´s Creed.

"La ofrenda de la cosecha" de Jose Cruz
«La ofrenda de la cosecha» de Jose Cruz

La Sala 16  si que es un cubo blanco por dentro y por fuera, supongo que  haciendo un guiño a la Teoria de Brian O’Doherty sobre los museos modernos (y confrontando con las paredes de colores de lo museos de gabinete con las que estaban pintadas las paredes de las primeras salas). En esta sala están todos los pesos pesados de los años cincuenta y el Colectivo Palmo. Muy interesante la «Circunvalación» de Eugenio Chicano y muy dinámico el cuadro «Kaneca» de Barbadillo (que va a ser perfecto para merchandising) . Pero mi favorito en esta sala es sin duda «Naufragio» de Dámaso Ruano, un pintor de Tetuán nombrado hijo predilecto de Málaga y fallecido hace apenas dos años que fue el promotor del Colectivo Palmo. Profesor de pintura y gran paisajista como Muñoz Degrain y  también adoptado por Málaga como el maestro del siglo XIX.  El circulo puede cerrarse en este gran museo  con este último artista muy semejante en muchos aspectos con el artista que abre para el visitante esta gran colección del Bellas Artes. Aunque aún queda una sala, pequeña y muy delicada, un postre a tanto atracón de belleza y arte que es este museo y que esconde una pequeña obra que sí es el broche perfecto.

Obras del Colectivo Palmo
Obras del Colectivo Palmo

La Sala 16 tiene un espacio cerrado con luces tenues y muchos cristales protectores. Esto se debe a que aquí se exponen las obras realizadas con pasteles,  carboncillos y acuarelas. Delicadas obras que irán rotando de las muchas que cuentan en los fondos de este museo y que esconde verdaderas joyas de arte.Y destacaré dos. Por un lado «La virgen de los Dolores»  de Joaquín Martínez de la Vega, que es un pequeño dibujo con pasteles blancos de una dulce cara de mujer y una oración al margen…. Y por ultimo, una de esas joyas pequeñas que valen mas que algunas salas enteras,no solo como obra si no como símbolo. Me refiero a una pequeña acuarela que Picasso hizo con 14 años y le envió de regalo de Pascua a su antiguo profesor Muñoz Degrain. Aquí se puede ver  la calidad con la que ya dibujaba y pintaba un Picasso adolescente y lo que Muñoz Degrain tuvo que significar para toda una generación de artistas malagueños. Ahora sí que se he cerrado el círculo en mi explicación sobre la Colección de Bellas Artes de este gran museo que es el Museo de Málaga. Con un genio como maestro de otro genio y una pequeña acuarela en una cuartilla. Que nadie se lo pierda.

Dibujo de Picasso con 14 años enviado de regalo de pascua a Degrain
Dibujo de Picasso con 14 años enviado de regalo de pascua a Degrain

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