Segundo y último post de la colección anual de 2016 del Museo Ruso de Málaga que es una de las exposiciones de más calidad y calidez que ahora mismo puedes ver en nuestra ciudad. Os recomiendo muy especialmente la parte de la colección dedicada al verano pues además de que tiene más cuadros, por la luz me da la sensación de que esta estación es el equivalente en sol a nuestra primavera y eso se ve en la belleza de las obras.
Antes que nada diré que hay muchos cuadros que sin poder evitarlo me recuerdan por la luz y el tipo de tema y trazo a Sorolla. El primero de ellos es el que está justo junto a las letras de “Verano”. Se llama “En un campo labrado de la provincia de Yekaterinoslav” (Stepan Kolésnikov) y es una de esas escenas costumbristas del campo recién labrado, con bueyes y campesinos descansando con un tono cálido llenado toda la escena. Todo este primer pasillo son escenas en este mismo sentido, bucólicas, suaves, con celos bellos y composiciones delicadas… pero rompe la pared un cuadro de estilo cubista que no sé porque me ha gustado mucho, a pesar de su aparente sencillez y falta de color. Echad un vistazo a “Espigones en el Volga” de Aleksandr Kuprin porque forma un abanico con la perspectiva, un ojo de pez por el ángulo de las barcas donde el color se pierde al fondo. Tiene una composición muy equilibrada, bella y a la vez tenebrosa a pesar de estar todo como muy centrado. Creo que por eso ha puesto delante la casa rosa, para romper tanto equilibrio y hacer más patente los frises del fondo. Es raro pero me encanta.
Me voy directamente a uno de mis favoritos que hay que ver desde cierta distancia y después acercarse bien cerca. Me refiero a “Temporada de cosechas” de Grigori Miaosoiedov donde se ven a un grupo de cosechadores de trigo con las espigas por la cintura en plena faena. No solo la luz y el dorado de las espigas son preciosos, es que ha empastado la pintura de tal manera que los granos de las espigas hacen relieve. Este es otro que me recuerda a Sorolla con ese equilibrio entre el cielo y las espigas, con un color muy dorado, muy dulce que te invita a quedarte un rato al sol. Acercaos a ver las espigas y los pelos de la barba del campesino más adelantado. No sé cómo se puede pintar así pero esta no es una obra menor en un museo….
Ahora acompañadme a la sala más increíble y significativa de esta colección donde hay tres cuadros que me encantan y con los que terminare esta parte del verano. El primero que os quiero señalar es “El baño de los caballos” de Arkadi Plastov, un cuadro muy alegre, donde unos chicos desnudos se mezclan en el baño, entre risas, caballos y agua salpicando. Esos caballos en primer plano con figuras de espaldas en el ángulo inferior derecho te hacen formar parte de la escena, que tiene una curva ascendente que te dirige la mirada. Primero miras ese primer plano y después sigue s el rastro de los caballos, fijandose en la piel mojada de los chicos, en un cuadro con mucho movimiento, muy dinámico y una revolución de luz muy espectacular. La verdad es que me parece un cuadro increíble, divertido y muy bien ejecutado. Una maravilla.
Otro de los tres a los que me he referido que están muy cerca es el llamado “Mediodía” del mismo autor que el de los caballos. No sé por qué me gusta tanto este cuadro pero desde el primer momento me quede mucho rato mirándolo. Creo que es la hierba tan verde, casi brillante dando a entender que hay un sol fuerte. Y que la escena, de dos personas refrescándose, como una instantánea sin posados, muy natural me parece muy realista, me la creo. La moto del fondo al principio no la ves pero completa la historia de una parada al borde del camino, con poca ropa por el calor, arrodillados para refrescarse del sol del mediodía. Me encantan los cuadros que te cuentan toda una historia con pocos elementos porque me parece más difícil que si lo llenas de pistas aunque la historia no sea una leyenda mitológica de la antigua Grecia…
Por ultimo del verano, uno de los cuadros que el museo a elegido para la publicidad oficial, la web etc que no es otro que “Vastedad” de Aleksandr Deineka . Este es un cuadro muy del realismo socialista, de propaganda donde nos quieren contar como las mujeres rusas de esa época son sanas, guapas e independientes. Para ello vemos chicas de diferentes rasgos, color de pelo y piel, haciendo deporte, con movimiento muy enérgico, muy guapas y muy libres (corren sin sujetador en una imagen que interpreto de libertad más que de un toque sexual) El resultado, con un primer plano lleno de estas mujeres “perfectas” con una gran extensión de terreno detrás casi vacía (un lago y un pequeño montículo) es que tú mismo corres con ellas, te dejas llevar por el movimiento., te contagias de la juventud, la energía y el dinamismo. Quieres formar formar parte del grupo de estas mujeres rusas. Me han parecido dificilísimo pintar algunas por el movimiento d e las mujeres corriendo, sobre todo las que llevan toallas colgando porque es difícil que no parezcan en el aire. Me parece difícil pintar esas posturas tan diferentes y que no parezcan que están flotando o retorcidas. Te crees el movimiento, te crees la postura y te crees que así es la nueva Rusia que salió de la segunda guerra mundial que es cuando esta pintado.
Os llevo ya al otoño a ver otro cuadro de Arkadi Plastov que es el autor del cuadro de los caballos y el de la moto. En este os espera un niño tumbado en la hierba, con un verde espectacular. Se llama “Juventud” o “Descanso” y al poner al chico tan parado, tumbado y fresquito te hace pararte tal como el otoño detiene el movimiento de las plantas en esta estación. Es disfrutar de los últimos días cálidos antes del invierno, con un cuadro que parece muy “tonto” pero en directo tiene un color y un detalle genial. Me quede un rato junto a el y raro era el visitante que no lo fotografiaba o se acercaba a ver la hierba. Igual de genial es el color y el detalle de otro de mis favoritos que se titula “Verano y setas” del mismo autor que me he dejado en la habitación anterior del verano y que seguro que no os ha pasado desapercibido aunque para mi que debería estar en otoño.
Definitivamente me voy a comprar un libro de este pintor, Arkadi Plastov, para mi desconocido hasta que lo he descubierto en este museo. Y creo que se trata de esto en este museo, de que nos acerquemos a los artistas rusos y los conozcamos un poco mejor porque la verdad es que los hay geniales.
Termino este post más largo de lo habitual por las muchas obras que me han gustado en este museo, aconsejando otro cuadro que parece más una instantánea de una fotografía que un cuadro. Me refiero a la obra titulada “Día ventoso” de Aleksei Tkchov donde una mujer intenta tender la ropa en un fuerte día de viento. La luz blanca de la ropa tendida, contrastando con la hierba y su camisa roja hace todo un sutil juego de colores que me parece magistral. El autor ha usado los cordeles para separar dos planos y llevarte hacia la muchacha entres por donde entres a mirar el cuadro. Toda la ropa moviéndose al tiempo, las sombras sobre la hierba en movimiento, el traje de la muchacha…. Es que te dan ganas de agarrarte para que no te lleve el viento.
No diré nada más que esta es una gran exposición, con pinturas la mayoría figurativas muy del agrado del gusto del gran público. Yo la he visto dos veces con niños y la verdad es que disfrutan de una pintura de gran elaboración pero al mismo tiempo sencilla, colorida y variada. Me he quedado encantado con lo que han traído a Málaga este gran Museo de San Petersburgo y recomiendo que nadie deje pasar este año 2016 sin ver esta exposición que terminara en Diciembre. Una suerte estar en Málaga últimamente para los amantes del arte.
Reblogueó esto en yofumoenpipa.
Estupendo post,me ha encantado leerlo.Me parecia;por lo acertado de las descripciones,que estaba en el Museo,viéndolo.A ver si tengo oportunidad de ir a velas.
No te lo pierdas que te va a encantar!!