Son tiempos de recuperación de mujeres artistas. Desde hace unos años vemos como aparecen libros de Historia del Arte donde vuelven a parecer mujeres artistas borradas «accidentalmente» de la historia, se hacen conferencias, podcast y artículos en periódicos culturales. Nada de esto se puede comparar con montar una exposición monográfica de alguna de estas artistas borradas para así descubrir, admirar y volver a poner en valor el trabajo de artistas que nunca debimos olvidar. Eso es recuperar de verdad a una artista y eso es lo que esta haciendo el Museo Picasso de Málaga en una exposición de corte internacional.

«María Blanchard, pintora a pesar del cubismo» es un monográfico de esta artista santanderina, que nació con una deformidad en su columna que no la detuvo de desarrollar su gran talento artístico. A pesar del dolor. La exposición es el mayor monográfico montado jamás sobre esta artista, con 85 obras de arte de 50 prestadores diferentes. Algunas obras jamás han salido del país o del museo que las alberga desde que fueron adquirida a la artista o sus marchantes. Una gran exposición internacional sin lugar a dudas.

Y cuando montas una exposición de este calibre acabas mostrando mil facetas poco conocidas de la artista e incluso cambas la percepcion que se ha tendio siempre de la misma. Eso ha pasado con María Blanchard que ya el comisario de la exposición avisaba cuando le ponía el titulo que nos iba a dar sorpresas.

Lo digo porque a María Blanchard se le conoce por el cubismo y pare usted de contar. La artista tras pasar un tiempo de formación entre Santander y Madrid hace la maleta y se va a París. Mujer, chepada y artista viajando sola para hacerse un hueco en Paris… ¿Quién dijo miedo? María aposto por ella misma y acabo siendo una mas en los circulos de las vanguardias de Paris, desarrollando junto a Juan Gris el ultimo cubismo, el cubismo sintético. Tras varios años donde se hizo hueco, acabo abandonando el cubismo a principio de los años treinta y desapareció para el arte moderno

¿O puede que no?

Hasta aquí es lo que la mayoría sabíamos de ella, cubista de las mejores, de las iniciadoras y desarrolladoras junto a Juan gris , Pablo Picasso o jacques Lipchizt y de ahi de nuevo al realismo. Pero esta exposicion a puesto las ciosas en su sitio porque tras el cubismo maria Blanchard siguio desarrollando las ideas mdernistas, usando la perpectiva cubista y desarrolalndo un lenguaje propio. por eso ese titulo de la exposicion que anuncia que fue una gran artista a pesar de que solo se le dio nombre en su epoca cubista.

En esta exposición, como gran monográfico que es vamos a ver todo esto que contamos, toda su trayectoria completa. Dividida como era de esperar en tres secciones, la de la formación, la de la etapa cubista y la de las postcubista es esta ultima la que supone una gran novedad en el mundo del arte no especializado.

Estaba seguro que moriría de amor en la sección del cubismo como así fue. Con una muy amplia selección de sus primeras obras cubistas, algunas cercanas a la abstracción y con una de las obras estrellas de esa época , «La dama del abanico». Algunas de estas obras, cuando Blanchard deja el cubismo los marchantes borraron sus nombre para poner el de Juan gris que se vendía mas, sobre todo después de morir joven. En esta artista hay mucho que recuperar…

Pero cuando ya estaba rendido a su obra cubista me encontré con ese postcubismo de Blanchard que no suele aparecer habitualmente en los libros o que raramente es mencionado. Y son obras maravillosas donde la artista entra en el terreno de lo domestico, con mujeres leyendo, echando cartas, mujeres amamantado, niños jugando o simplemente retratos. Imágenes muy cercanas al barroco español pero con perspectivas cubistas y un color muy especial y característico de su obra. Obras llenas de un color muy especial, casi metálico que consigue al meter sombras muy negras cuando la obra sin embargo esta llena de color en su fondo. Cuando la ves un par de veces, su obra postcubista se identifica y no se olvida.

En esta ultima sección destaca «La Boloñesa» una obra por la que se pelearon el Museo Reina Sofia y el Museo del Prado siendo finalmente adquirida por el Muso del Prado y depositada en el Reina Sofia… lo de las instituciones dirigidas desde la política es que es para echarles de comer a parte. Igualmente me ha encantado tres mujeres lactantes que me han recordado mucho a las vírgenes de la leche del barroco, aunque ese tinte de madonas modernas en lienzos ovalados presentan una sonrisa mucho mas humana y cercana que la habitual de la madre de dios.

En conclusión una exposición muy potente, única y necearía que ha sido comisariada además por José Lebrero, el que ha sido durante muchos años director de este Museo Picasso. Esta exposición es una forma bella, elegante y académica de despedirse de una trayectoria que todos coinciden ha sido brillante en uno de los mejores museos de España. Un museo malagueño que muestra como recuperar a una artista genial.

Hable de esta exposición en la Cadena SER de Málaga, puedes escuchar mi crónica pinchado AQUI

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