Uno de los grandes atractivos del Museo del Automóvil y de la Moda de Málaga es ver en directo algunas de las marcas americanas que hace coches grandes, pero que muy grandes. Solo hay que estar un rato en esa parte del museo para ver la expectación que causan ver en directo los diferentes Cadillac o un Chrysler muy especial. No digo que sea lo mejor del museo pero estamos acostumbrados a los coches europeos y el que mas y el que menos ha visto por Marbella bonitos Porches, Ferraris o Rolls pero esto de los coches de EEUU es otro mundo..
Voy a traer solo dos de los modelos que mas me han gustado como muestra de lo espectacular que son estos coches americanos. Empezare por un coche que todos hemos visto en la películas y que en directo es mucho mas increíble, me refiero al Cadillac Eldorado. Este descapotable de asientos de cuero rojo es mas ancho que mi cama de matrimonio y desde luego mucho mas largo. Con una delantera con 8 faros que después de 60 años sigue impresionando y un capo brillante y plano que parece no tiene final.
Lo mas chulo del Cadillac Eldorado es su terminación en aletas de tiburón, y tiene cuatro. Con las luces en las aletas de dentro, los alerones traseros termina de una forma apepinada y redondeada que parece un cohete. La verdad es que tiene una pinta de gran coche, potente y mucho mas moderno de lo que uno se imagina. Grande, es muy grande.
El otro coche que quiero mostraros para que vayáis a visitar el Museo del Automóvil de Málaga es un Chrysler del que no he encontrado ninguna información en la red. Me refiero al Chrysler de 1956 llamado aquí Crowned heads que es tan exclusivo que solo se fabricaron 11 unidades y todas para jefes de estado. Me parece un autentico lujo tener en Málaga uno de estos 11 coches pues cuando lo ves estas viendo un coche oficial. Este Chrysler es también muy ancho pero lo que mas me ha llamado la atención es que la cabina es como las limusinas modernas, con asientos enfrentados.
No se puede uno acercar a los cristales para ver bien el interior por el lugar en el que esta colocado en el museo, pero por la anchura y lo largo que es sospecho que se podrían tener hasta reuniones en su interior. Igual que el Cadillac que he comentado tiene aletas de tiburón en la trasera tan características de los coches americanos de los años 50 y 60, aunque en este caso no son tan llamativas. Me gusta mucho su parte delantera, porque es redondeada de una forma como muy elegante, si lo ves de frente desde luego parece un coche presidencial. En la cartela del museo explican que un coche como este recogió a Grace Kelly cuando llego al Principado de Mónaco y sin lugar a dudas es el contexto en el que adquiere sentido tanta belleza. Ahora es una joya de coleccionista y lo tenemos en Málaga.
